Vértigo Posicional Paroxístico Benigno o VPPB

Historia

El primero en sugerir un VPPB fue ADLER en 1897. Robert Barany , en 1910 y 1921, intentó una descripción más detallada. En 1952, Dix y Hallpike realizaron un estudio de 100 casos y describibieron la maniobra de posicionamiento desencadenante del VPPB. Schuknecht en 1962 y 1969 dió la explicación fisiopatológica de la cupulolitiasis.

En 1980 Alain Semont descubre el tratamiento de esta condición.

Epidemiología

Este es el vértigo más frecuente; representa aproximadamente el 30% de los adultos vertiginosos. BRANDT y Daroff en 1980 y TOUPET en 1982 señalan que se produce con mayor frecuencia en las mujeres (aproximadamente el 60% de los casos).

Las edades más afectadas son las cercanas a los 65 años; son excepcionales antes de los 20 años. Las formas bilaterales representan del 12 al 15% de los VPPB. Las formas que afectan al canal semicircular horizontal parecen representar el 8% del total de los VPPB.

Etiología

Se estima que el 20% de los VPPB son formas post-traumáticas. El 80% restantes idiopáticos e incluso existe la sospecha que existen factores vasculares que conducen a la degeneración de la mácula utricular.

Fisiopatología

Es una verdadera perversión del sistema de captores de aceleración angular (canal semicircular posterior y horizontal) por el sistema de captores de aceleración lineal (utrículo). Existe un desprendimiento de otoconias (otolitos) desde la mácula utricular que en un segundo tiempo migra dentro de uno de los canales semicirculares generando una canalolitiasis por presión o de succión a distancia de la cúpula del canal semicircular en cuestión. Este concepto, hoy bien entendido, explica la hipótesis de Schuknecht (1969) donde la masa otoconial comprime la cúpula del canal desde el interior o el exterior del canal.

vértigo

fisiopatología VPPB

Clínica

El interrogatorio pone de manifiesto la aparición repentina de un verdadero vértigo rotatorio violento. Su duración es por lo general entre 10 y 30 segundos. Una latencia de unos pocos segundos precede a la crisis vertiginosa. Las circunstancias son las siguientes: un repentino cambio de posición, por ejemplo, un giro en la cama, o mirar hacia arriba (advertencia: el paciente comúnmente evoca patogénesis de la columna cervical que algunos terapeutas no dudan en confirmar aunque no sea su origen en absoluto).

El vértigo también puede aparecer al recuperar la posición inicial tras el movimiento desencadenante evocando tanto para el paciente como para el terapeuta un vértigo contralateral a la verdadera afección.  Este vértigo genera una situación de ansiedad al paciente muy marcada y en ocasiones puede presentar reacciones del sistema neurovegetativo como náuseas. El paciente va a evitar cuidadosamente cualquier movimiento de riesgo para no desencadenar nuevamente los síntomas. Mientras logra evitar el VPPB puede autogenerar contracturas en su musculatura peri cervical.

Búsqueda VPPB

El VPPB es objetivado por la presencia de un nistagmus torsional que bate hacia el oído bajo al adoptar la posición desencadenante. Este nistagmus disminuye y acaba agotándose tras pasar por un paroxismo y se inversa a la vuelta al ortostatismo. Las exploraciones funcionales no muestran anomalías importantes.

 Evolución

A veces las crisis persisten pero frecuentemente a las 6 semanas de evolución remiten siendo frecuente su recidiva en estos casos.

Si el VPPB ocurre varias veces al día durante un período relativamente largo se puede instalar la desorganización neurosensorial que es el síndrome más común de deslizamiento con dependencia visual y la omisión de la información vestibular.

Patología Frecuente

Tres grandes grupos de patología pueden aislarse en función de la duración del vértigo siendo algunos recurrentes y otros no. Aquí describiremos las patologías vestibulares más frecuentes:

  • Vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB): es la causa más frecuente de vértigo, representa 1 paciente vertiginoso de cada 3. Son episodios de vértigo rotatorio, recurrente, breve y posicional. Son provocados por determinadas posiciones de la cabeza que se reproducen cada vez que se adopta la posición desencadenante. Esto es debido, por el movimiento de unas partículas de carbonato cálcico llamados otoconias (coloquialmente se refieren a ellas como las piedrecitas del oído), dentro de los canales semicirculares.
  • Neuritis o neuronitis: consiste en la aparición de un vértigo violento de días de duración, de carácter rotatorio, originado por una infección de tipo vírico o bacteriano en el oído interno, concretamente en el nervio vestíbulo-coclear. Se caracteriza por un déficit vestibular periférico agudo, náuseas, vómitos y alteraciones de equilibrio.
  • Enfermedad de Menière: es una hidropesía endolinfática recurrente, generalmente unilateral. Se caracteriza por crisis de vértigos de horas de duración, acompañado de pérdida de audición, acúfenos, sensación de presión en el oído, náuseas y vómitos.
  • Presbivértigo y presbiataxia: el presvértigo es una afectación que engloba todas las patologías que suponen un envejecimiento de las estructuras que forman el órgano vestibular, dando lugar a una sintomatología típica de una afectación de dicho órgano. La presbiataxia es la degeneración de las vías aferentes neurosensoriales del sistema nervioso (visión, propiocepción y vestíbulo), centros del sistema nervioso central y las vías eferentes del mismo, siendo una verdadera neuropatía senil.
  • Migraña vestibular: la forma más común es la migraña sin aura, que consiste en dolores de cabeza periódicos, de tipo pulsátil y que afecta a un lado de la cabeza, que empeoran con la actividad, asociados a náuseas, sonofobia y fotofobia. Todo esto acompañado de crisis de vértigo. En ocasiones, hay vértigo aún en ausencia de la migraña.
  • Ototoxicidad: Algunos fármacos o tratamiento farmacológicos, entre ellos el paracetamol; pueden resultar tóxicos y dañar las estructuras del oído interno tanto al órgano de la audición como al órgano del equilibrio. Esta toxicidad puede ser reversible o irreversible.
  • Cinetosis: es la intolerancia al movimiento pasivo del cuerpo. Es el mal del transporte que genera un malestar neurovegetativo producidos por vehículos terrestres, marinos o aéreos. Entre los más conocidos están: el mal de carretera, el mal del transporte o el mal del desembarque.
  • Síndrome postural fóbico, agorafobia y otros problemas psicológicos: son sensaciones de inestabilidad y angustia ligadas a una determinada posición, espacios abiertos, situaciones de estrés…